El Parque Arví es una
propuesta ecoturística conformada por seis núcleos localizados en las veredas
de Piedras Blancas, Piedra Gorda y Mazo, en el corregimiento de Santa Elena,
área rural del municipio de Medellín, capital del Departamento de Antioquia,
ubicado al noroccidente de Colombia.
Los núcleos que conforman el Parque Arví
son:
Núcleo de Comfenalco.
Su área de influencia es de 170
hectáreas, donde está ubicada la represa de Piedras Blancas. Ofrece atracciones
como, senderos ecológicos, mariposario, insectario, zonas de camping y picnic,
cable vuelo, granja agroecológica, estancias temáticas, telecabinas, senderos
aéreos y el hotel con 24 habitaciones y auditorios.
Núcleo Comfama.
El área de influencia es 139 hectáreas, está ubicado en
la vereda Piedras Blancas. Debido a la riqueza patrimonial que posee esta área,
con vestigios de culturas prehispánicas que evidencian avances importantes en
agro tecnología, sistemas hidráulicos, explotación minera de oro y sal.
Núcleo de la Biodiversidad.
“El parque de las aventuras
científicas”, en 61 hectáreas desarrollará actividades lúdicas y vivenciales en
torno al aprendizaje práctico de las ciencias naturales. El Núcleo de la
Biodiversidad, busca aplicar los principios del diseño sostenible, con el
manejo adecuado de los recursos naturales y el uso eficiente del agua.
Esta propuesta está apoyada por el Área Metropolitana del Valle de
Aburrá
Núcleo de Mazo.
Está ubicado en la centralidad de Mazo, donde nació el
corregimiento de Santa Elena. En este núcleo estará centrada la actividad del
municipio de Medellín con la promoción de emprendimiento, la construcción de un
Centro de Desarrollo Empresarial Zonal –CEDEZO-, una Escuela de Artes y
Oficios, un mercado para los productos locales donde funcionará el Mercado Arví
y un auditorio. Todas las edificaciones estarán construidas en tierra.
Núcleo de la
Laguna.
Ubicado en un sitio estratégico donde se hace tangible el
límite entre lo urbano y lo rural, la Laguna de Guarne ofrece un escenario para
el disfrute del paisaje y la valoración de la historia del Valle de Aburrá al
albergar en los caminos antiguos de piedras, vallados, ruinas y vestigios de lo
que fue en el pasado, el desarrollo de la colonización de Arví, Santa Elena y
Medellín. Este desarrollo es apoyado por la Gobernación de Antioquia.
Núcleo del
Tambo.
HISTORIA DEL LUGAR.
Las avanzadas de Jorge Robledo, que venían del valle del río cauca,
lograron descubrir el territorio en 1541 al cruzar “del otro lado de la banda
de la cordillera”, es decir, al pasar las cumbres de la cordillera central en
el alto de La Honda, donde se dividen las aguas que van a dar por un lado al
río Cauca y por el otro al Magdalena. Luego, empezaron a descender por el
camino que lleva a Arví. Desde allí divisaron la llanura que se extiende a lo
largo de la meseta del oriente y, al final, las lejanas y azules montañas que
bordean el valle del Magdalena.
El cronista español Jean Baptiste Sardella dice que los soldados de
Robledo encontraron en los alrededores muy grandes edificaciones de piedra
destruidas y caminos de peña tajada más anchos que los del Cuzco.
Robledo no se atrevió a seguir adelante porque pensó que quien los había
hecho debió ser “mucha posibilidad de gente”. En el lugar ya no existía poblado
alguno sino tumbas indígenas, caminos, grandes acequias de agua hechas a mano y
ruinas… Y también cientos de bohíos como a manera de vetas; estaba aquí uno y a
dos leguas otro. En cada bohío había un sembrado de maíz y yuca.
Arqueología.
Los sitios conocidos como el sector del Tambo de Piedras Blancas la
vereda Mazo y Mazo se
localizan al oriente del Municipio de Medellín, en la peniplanicie de la parte
alta de la Cordillera Central de los Andes Colombianos, conocida como Altiplano
Santa Elena – Piedras Blancas.
En ambos sitios se detectaron 26 unidades geomorfológicas
que consisten en terrazas o áreas relativamente planas y en laderas de pendiente muy suave y
prolongada, propicias para la ocupación humana. Es decir, áreas que por su
topografía debieron favorecer el establecimiento de viviendas o de contextos
domésticos y de cultivos. Estas
unidades presentan distintos grados de alteración entre el 30 y el 80%,
generada por procesos antrópicos (reforestación, remoción de suelos por la
construcción de estructuras como canales, zanjas, muros y otras depresiones, y
la construcción de las vías existentes y de viviendas ya desaparecidas), y por
procesos naturales (erosión).
En estas áreas se realizaron muestreos para la búsqueda de
restos de ocupaciones de sociedades ya desaparecidas. En 17 de ellas, se
hallaron materiales arqueológicos correspondientes a 15 yacimientos
arqueológicos, y a dos hallazgos. Los vestigios consisten principalmente en un
número considerable de fragmentos de vasijas cerámicas (4.100 ejemplares), en
escasos artefactos líticos (18 ejemplares), y en partículas de carbón vegetal.
También, en algunos yacimientos se hallaron materiales
contemporáneos como teja, loza y vidrio entre otros. De los yacimientos
identificados, 10 se encuentran en el sitio El Tambo y cinco en Mazo.
En ocho
yacimientos arqueológicos, tres ubicados en El Tambo y cinco en Mazo, se
identificó una secuencia de ocupaciones relacionada con sociedades agrícolas y
sedentarias que también explotaron recursos minerales como la sal.
En los contextos domésticos del Tambo y Mazo, se
diferencian vasijas con hollines y ahumados, principalmente ollas globulares
que debieron ser empleadas en la cocción de los alimentos. También, se diferencian cuencos y
platos, junto con ollas decoradas que pudieron haber sido empleadas para servir
o almacenar líquidos y sólidos.
En los sitios El Tambo y Mazo, también se identificaron
estructuras o modificaciones antrópicas en el paisaje que representan un
espacio cultural construido. Estas modificaciones consisten principalmente en
zanjas y muros en tierra, que debieron constituir linderos de épocas recientes;
canales de drenaje que sugieren un control y manejo de las aguas que podrían
corresponder a varias temporalidades; tramos de caminos y senderos, entre estos
una antigua ruta minera conocida como camino El Sango que comunicaba el Valle
de Aburrá con el nordeste, y la vereda piedras Blancas con la quebrada La Mosca.
En
El Tambo se
encuentran restos de una casa en tapia pertenecientes a un antiguo hotel
conocido como La Cabuya, al cual llegaban los arrieros con sus cargas
provenientes de varios Municipios del Oriente en su paso hacia Medellín, cuando aún no existían las
carreteras.




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